Alto Paraguay es el último departamento del país en orden político, pero el segundo en extensión. Limita al Norte con Bolivia a través de los Hitos IV al XI, al Este tanto con Brasil como con parte del departamento de Concepción a través del Río Paraguay, al Sur con el departamento de Presidente Hayes y al Oeste con Boquerón. Siendo el segundo más extenso del país, es también el de menor población y es el único departamento en el Paraguay sin poseer un solo centímetro de asfalto.
Pero quizás la belleza de su naturaleza se debe también a esa falta de asfalto. Los amaneceres y atardeceres en el Río Paraguay al norte de Alto Paraguay, específicamente desde el "pre pantanal" que comienza a la altura de Puerto Guaraní, son los más limpios y más hermosos de todo el país. La falta de ese parque automotor ocasionado por la falta de caminos de todo el tiempo, le producen una atmósfera pura y libre de smog o bruma.
Ineludibles son las ciudades y poblaciones portuarias ubicadas en el margen del Río Paraguay, debido a su alta actividad ribereña, que la convierten en ideal para el turismo de pesca. El departamento está dividido en 4 grandes distritos: Bahía Negra, Carmelo Peralta, Fuerte Olimpo y Puerto Casado, cuyos centros están ubicados en los márgenes del mencionado río.
La maravilla de la naturaleza se encuentra al norte, en el distrito de Bahía Negra, donde 3 grandes parques nacionales están ubicados en su territorio, además de toda la fauna y flora única del pantanal, que hacen de un goce visual cada año durante la temporada de visita de aves migratorias, así como en las zonas poco frecuentadas y donde pueden apreciarse los más maravillosos mamíferos en su estado natural.
Los paseos por el Río Paraguay en las ciudades portuarias, son actividades atractivas para turistas de todo el mundo, siendo que la mayoría llega por el lado brasilero puesto que posee caminos de todo el tiempo. Pero para los más aventureros, hacer los viajes por el lado paraguayo es toda una odisea en épocas de lluvia. Además otras formas de llegar también se hacen a través de barcos de carga de mercaderías y pasajeros, haciendo un viaje quizás sin todas las comodidades pero con el disfrute impagable de toda la naturaleza circundante vista desde el río.