San Patricio existía como un paraje en época donde los jesuitas transitaban desde Santiago a San Ignacio Guasú. Regado por el arroyito cristalino que lleva el nombre de la ciudad y su exhuberante follaje que proveía de sombra y frescura, era un sitio ideal para las largas jornadas del trayecto entre las misiones jesuíticas, donde los monjes detenían su marcha y hacían descansar de las carretas a los animales.
Pero fue a finales del Siglo XIX donde se convirtió en ciudad más constituida, probablemente alrededor de 1886, aunque siempre dependiendo de Santiago. En 1945 parte de la extensión de Santiago fue desafectada y pasada a San Patricio, logrando así su independencia y convirtiéndose en Municipio de 1ra. Categoría.
Al haber sido en tiempos remotos una ciudad de escasa población, hoy día eso ya no ocurre y goza de popularidad en el Departamento de Misiones. En los últimos años su fiesta patronal fue creciendo en auge y organización, convirtiéndose en un festival denominado "San Pa" que conjuga lo folclórico con lo moderno, permitiendo así que pueda ser gozado por grandes y jóvenes, sobre todo, volviéndolo en un evento de índole familiar.
El arroyito sigue corriendo por el centro de esta ciudad que tiene características únicas, como la de las calles y sus pendientes que permiten disfrutar de la vista tanto desde sus partes bajas a las más elevadas.
Un sitio para no perderse de visitar es su túnel verde que es copado por cientos de árboles a ambos lados produciendo el efecto mencionado y se encuentra ubicado en un camino de tierra que le brinda un ambiente más rústico.
También existe un Tapé Tujá (Camino antiguo) de tierra roja y cercada por vegetación exuberante en varios tramos, y es un camino por donde se realiza una procesión de 25 km hasta Satiago.
San Patricio, lleva el nombre del santo que también es Patrono de Irlanda, cuya historia de vida recuerda que profesaba el cristianismo utilizando las flores del trébol y que para él era la manera más fácil de hacer entender sobre la Divina Trinidad. De ese modo, la ciudad también hace honor al trébol en su bandera que se compone del color verde (tanto de la flor mencionada como de la abundante vegetación) y del marrón, que se inspira en la capa del Santo.
Esta es una ciudad que tiene mucho para ofrecer, con pequeñas posadas familiares y la tranquilidad como "de un pueblito que aún perdura en el tiempo".
