San Miguel

En el Siglo XVII se establece la comunidad de San Miguel, a cargo de indígenas de la zona quienes trabajaban en la explotación de la lana. Ésta era una ampliación de la producción ganadera y lanar de Santa María de Fe.

San Miguel era una de las compañías de las que se conocieron como las Reducciones de San Ignacio Guazú y era uno de los 30 pueblos jesuitas. El trabajo con la lana en telares se produce con la venida de especialistas traídos por los jesuitas. Durante la época del Dr. Francia, muchos Correntinos se asentaron en San Miguel, pueesto que se dedicaban a la cría de ganado vacuno y ovino, además no querían volver a su provincia natal evitando ser adversarios del Gobierno de Corrientes.

Se eleva a categoría de distrito en 1902 y es administrado por una Junta Municipal. Fue en 1954 que se lo declara como distrito de tercera categoría, pero recién en 1991 se crea una Intendencia Municipal.

San Miguel se convirtió en el correr de los años en "La Capital de la Lana" en Paraguay, porque aquí los pobladores trabajan en la creación de prendas y accesorios en lana, realizados de manera artesanal y manteniendo las enseñanzas heredadas desde la época de los jesuitas y sin sobreviviendo dichos conocimientos a la Guerra Grande.

En San Miguel es común encontrar la gastronomía de Misiones, donde prevalece la utilización de la carne de origen ovino. Existen dos festivales folclóricos, artísticos y gastronómicos muy importantes que son El Festival del Ovechá Ragüé y La Fiesta de la Oveja, donde uno podrá encontrar artesanía de la ciudad, deleitarse con la comida local, disfrutar de los números artísticos y folclóricos y conocer la producción local en cuanto a lana y al ganado ovino.

En el centro de la plaza de la ciudad se encuentra la Iglesia San Miguel Arcángel, cuyo oratorio fue la antigua iglesia desde la época jesuita. Es un patrimonio histórico y religioso que ha sufrido varios cambios y ampliaciones con el correr de las centurias.

Sobre la Ruta I uno puede encontrar la mayoría de los locales que venden artesanía en lana, desplegando un juego de colores en el camino donde uno admira la calidad de los tejidos en formato de hamacas, poyvi, ponchos, accesorios, etc.

En el Complejo Turístico y Hotel "La Floresta" uno puede aprovechar sus espacios abiertos y naturaleza para disfrutar de un día de campo en familia o pasar varios días contando con los servicios del establecimiento.