Cerrito es uno de esos paraísos poco conocidos en el resto del Paraguay a diferencia del Departamento de Ñeembucú donde la mayoría de sus habitantes sabe de esta ciudad y sus bellezas.
Está ubicada a un poco más de 130 km de Pilar, la capital departamental y esconde maravillas inigualables a orillas del Lago Sirena que está alimentado y comunicado directamente por el Río Paraná, convirtiéndose así en una bahía.
Cerrito tiene una leyenda propia que dice que cuando Dios creó al mundo en seis días, el séptimo vino a Cerrito a descansar; por eso es que algunos lo llaman "El lugar donde Dios descansa".
Posee una playa extensa sobre las aguas del Lago Sirena que por ser parte de la cuenca del Río Paraná, la mayor parte de las épocas sin lluvia permanece cristalina en sus costas. La Isla Pombero o la Isla Martín García son preferidas por sus visitantes, que llegan a las mismas en los lanchones del puerto, para disfrutar del río y la pesca. Además están las "Dunas de Cerrito" que se ubican en la ciudad y son especiales para deportes en la arena. Uno de sus atractivos también es el Festival del Lago Sirena donde el escenario está montado sobre el agua del lago y los espectadores se ubican en la playa, logrando de esta manera un festival único en todo el país.
Cerrito es una ciudad eminentemente preparada para el turismo de pesca, es por eso que sus posadas turísticas y hospedajes tienen incluso alquiler de embarcaciones, con baqueanos, conservadoras y todo lo que uno necesita para disfrutar del deporte pesquero.
Sin embargo, en los últimos tiempos fue adaptándose también al turismo de playa e ir recibiendo a veraneantes de todos lados que llegan seducidos por lo que escuchan y se van enamorados queriendo regresar pronto.
En la actividad playera se disfruta de kayaks, sol, arenas claras, aguas cristalinas así como también los paseos en barcos que trasladan constantemente pasajeros al lado argentino en la ciudad de Yahapé.
En los últimos años la actividad en torno a sus playas hizo que familias y grupos aventureros se adentren a este verdadero paraíso al que quizás su única ironía es que para llegar a veces se trata de un "infierno", debido a unos 90 kms de camino de tierra que pueden complicarse bastante en épocas de lluvia.
