Es el más alto de toda América entre todos los dedicados a los primeros habitantes del continente. Tiene 45 metros de altura y no obedece, como obelisco, a una construcción artística creativa, sino que se construyó teniendo como vértebra una estructura de hierro que era una torre de comunicaciones que en el pueblo cuentan que se utilizó para las comunicaciones con Europa durante la Guerra Mundial y la Guerra del Chaco.
En el año 1961, fue inaugurado como parte de los festejos del sesquicentenario de la Independencia Nacional.