El Salto Jaguareté es uno de los más cercanos al casco urbano de Ypejhú y es uno de los más accesibles, lo que hace que su visita sea prácticamente obligatoria para los turistas.
Es un salto que se asemeja al Karapã por su forma, sin embargo tiene menor altura que éste ya que el Salto Jaguareté se eleva aproximadamente 12 metros desde su zona alta hasta la última cascada y es también del estilo escalonado, sin producir una caída abrupta.
Los grandes bloques de piedra de esta cascada escalonada son ideales para aprovechar la frescura de sus aguas sin peligros y valiéndose de sus superficies planas.
El Jaguareté es una de las grandes maravillas de Ypejhú, con una zona boscosa circundante ideal para pasar el día disfrutando del sonido incesante de las aguas golpeando y moldeando las piedras a través del tiempo; también para explorar la fauna en sus alrededores, llena de mamíferos, aves y hasta insectos que abundan por todos sus recovecos.
Además es un sitio ideal para animarse al rappel a través de sus propias aguas y ayudado por las mencionadas piedras, que logran un descenso placentero. Para esta actividad es conveniente agendarse con alguno de los guías locales que ofrecen el servicio.