Acera Pucú (cuadra larga en guaraní-jopará) es una serie de casas que perteneció a los indígenas de la antigua reducción franciscana.
En 1848 pasó a manos del estado y luego de la Guerra de la Triple Alianza fue donada nuevamente a quienes repoblarían la ciudad de Caazapá.
Se trata de una construcción del siglo XIX, de casi 60 metros de extensión que culmina en el Museo Fray Juan Fernando. Fue restaurada y conservada, perteneciendo a la familia Sarubbi.