Este castillo inspirado en los castillos medievales es una de las construcciones más impresionantes de Areguá. Pertenecía a Carlota Palmerola de Ayala quien a inicios de 1900 finalizó la restauración total y donó parte del predio (incluyendo el castillo) a un convento de hermanas Dominicas.
Actualmente encontrará ahí un museo con mobiliarios de la época, fotografías antiguas de la familia Palmerola y de las hermanas cuando llegaron por primera vez. Es declarado Patrimonio Cultural de la Nación y si bien el castillo está abierto a todo público, sus visitas deben ser organizadas en acuerdo a las hermanas, quienes se encargan de administrar y mantener el lugar.