Con respecto a esta joya que es la Iglesia Virgen de la Candelaria de Capiatá, no existe un dato preciso sobre su construcción. Lo que sí se sabe es que Capiatá fue un tenientazgo perteneciente a la Catedral de Asunción, en 1640 y un presbítero fue comisionado a hacer la Iglesia. Pero en 1688 hay registros donde el Obispo Cárdenas construyó una capilla y que la reedificó.
José de Souza Cavadas era un escultor de retablos para iglesias que trabajó en varias de sudamérica durante el periodo colonial. Estuvo por Paraguay entre 1752 y 1759. En tres años de ese lapso trabajó en la construcción de la Iglesia de Yaguarón y si bien no existen registros, el estilo y las técnicas son las mismas que se utilizaron para el retablo de la Iglesia de Capiatá y la de Piribebuy, por lo tanto, muchos autores afirman que en un periodo de 4 años que siguió en el país luego de construir la Iglesia de Yaguarón es un buen indicio para explicar que pudo estar al frente de las iglesias mencionadas aunque no se hayan terminado de construir en el periodo mencionado.
La construcción de este templo estuvo parada por tres años, cuando en 1761 la visita el Obispo Manuel A. de la Torre y ayudó económicamente para su culminación.
La iglesia posee un retablo que fue tallado en madera con diversas figuras sacras, utilizando policromía para darle color. Tiene dos figuras laterales, confesionario y púlpito, todo realizado en madera.
Al área de la Iglesia y su interior sufrieron modificaciones a lo largo del tiempo, como la eliminación del coro (sería una suerte de entrepiso), pasamanos de balaustres torneados, el balcón del lado exterior, el cementerio de la plaza circundante, la torre de madera, y otros.
Es una verdadera obra de arte e historia que no podemos dejar de visitar y que forma parte del Circuito Mariano.