Entre los años 1750 y 1755 se erigió una capilla bajo el nombre de Virgen de Rosario, a cargo del Convento de San Francisco. Ese fue el origen de la edificación actual que contaba con torres hechas en maderos y en 1839 fue sustituido por materiales cocidos.
Ya en 1920 y con el nombramiento de un nuevo cura párroco, comenzaron las tratativas para construir un nuevo y colosal templo. No fue hasta 1928 donde recién se pudo comenzar la construcción de la iglesia que hoy conocemos.
En 1932 la obra fue detenida por el conflicto de la Guerra del Chaco, y continuó en 1934, donde se consiguió que varios prisioneros de guerra trabajen en la demolición del viejo campanario de más de un siglo y la nave del templo.
En la post-guerra, el cura párroco retoma las actividades espirituales para con el pueblo por lo que las obras avanzan muy lentamente.
En 1939 finalmente se termina de construir. La puerta principal de este templo es la puerta original del antiguo.