Las visitas a su interior dependen únicamente de actividades orientadas para tal efecto porque no está abierto al público. Dichas actividades si se realizan, suelen darse en épocas del mes de la independencia (Mayo) o de la fundación de Asunción (Agosto), pero puede visitar por fuera una de las más hermosas edificaciones del país.
El Palacio de los López fue construído por orden de Don Francisco Solano y encargado al arquitecto inglés Taylor en 1857. Emblemática construcción que no escatimó en utilizar como materia prima aquello que ofrecía nuestra propia tierra y las manos de nuestra gente: ladrillos hechos en las olerías ribereñas de Tacumbú, piezas de hierro forjadas en la fundición de Ybycuí, las piedras provenían de las blancas canteras de Altos y Emboscada, y las maderas de Yaguarón y zonas boscosas de Ñeembucú.
Toda la ornamentación y decoración fue elaborada por europeos. El Interior del palacio tampoco escatimó en belleza artística proveniente de escultores y pintores. Lastimosamente casi al terminarse el palacio estalló la Guerra de la Triple Alianza y Don Francisco Solano nunca pudo habitarlo. Fue ocupado por los brasileros como cuartel general por más de 7 años cuando llegaron a la capital en 1869. Lo saquearon y lo abandonaron. Fue restaurado completamente por última vez en el siglo anterior durante la década de 1890. Luego en 1989 durante el gobierno de Andrés Rodríguez se hizo por última vez una intervención importante y reacondicionamiento integral del Palacio y fue abierto al público para su visita durante al menos una semana. La última restauración integral en donde se recuperó el color original fue entre 2011 y 2012 y hoy en día se mantiene como uno de los más hermosos emblemas arquitectónicos y patrimónicos de Paraguay.