Esta misión jesuítica fue fundada en 1632 por el Padre Adriano Formoso. Se destaca por su colegio que es el único en pie y representa a las 30 reducciones que se conservan en América del Sur. La Iglesia de la Reducción fue dañada en 1899 debido a un incendio y se restauró en 1977 gracias a Adveniat y la Arquidiócesis de Colonia (Alemania). Actualmente Missions Prokur de Nuremberg patrocina y mantiene los trabajos de restauración.
En la Iglesia podrá encontrar 22 imágenes talladas en madera, algunas con su policromía original y otras que fueron restauradas por peritos especializados en este tipo de obras. Llama la atención la fisonomía en algunas de ellas, como el Cristo que reproduce rasgos indígenas.
Con la llegada del Padre y científico Buenaventura Suárez, se procedió a la construcción de un telescopio rústico y un reloj de sol que aún se conserva en el patio del predio.
Es uno de los Patrimonios Cuturales, Históricos y Religiosos más importantes del país.