La Serenata al Alba es una antesala del "Guaicurú Ñemondé", porque los promeseros guaicurúes muestran por primera vez sus trajes hechos de plumas de gallina y máscaras, además cantan a las puertas de la Iglesia San Francisco Solano, patrono de Minas de Emboscada y por quien realizan dicho festejo.
Desde la noche del 22 y hasta la madrugada del 23 de Julio, como una especie de evento más íntimo al contrario de la populosidad del Guaicurú Ñemondé, decenas de promeseros y otros feligreses de esta compañía de Emboscada se reúnen frente a la Iglesia hasta aguardar el momento de inicio de la serenata. Las puertas se abren y reciben la misa acompañados de ancianos, jóvenes y niños.
Luego realizan una caravana alrededor de dicha iglesia al compás de la banda propia de los guaicurúes, liderada por su cacique.