El Santuario Nacional Dulce Nombre de Jesús, fue erigida y concluida en 1753 en honor al Santo Cristo de los Milagros. Esta Iglesia también recibe el nombre de Ñandejara Guazú. La construcción se debe a la obra del cura párroco de aquella época, el Maestro Don Gaspar de Medina.
Debido a sus dimensiones en comparación con otras iglesias cordilleranas y de otros sitios del país, se la conocía también como Capilla Guazú (capilla grande).
El templo de origen franciscano incluye también trazos jesuíticos, por lo que es posible que hayan trabajado durante su construcción algunas personas provenientes o seguidores de la Orden a la que pertenecía San Ignacio de Loyola y eso puede observarse en el púlpito, en el sagrario y en los confesionarios que poseen las siglas JHS, referentes de la Compañía de Jesús. Su retablo tallado a mano es uno de los tantos hermosos retablos de Iglesia que posee país.
Se declaró Santuario Nacional en 1942, por el Arzobispo del Paraguay en aquel entonces, Juan Sinforiano Bogarín.