Esta fiesta conjuga tradición, plumas, baile, religión y lo pagano, en el día del saludo y festejo al patrono de Minas de Emboscada, San Francisco Solano.
Los promeseros Guaicurúes, recuerdan a sus ancestros con sus trajes confeccionados con plumas de gallina y sus máscaras más pintorescas, y agradecen a su patrono por la salud, economía y otras promesas de ellos y de su familia.
La Serenata al Alba, es el primer evento y ocurre en la oscuridad de la madrugada, acompañados por candiles en los caminos y el misterio de los trajes, donde le cantan a la Iglesia y ésta abre sus puertas.
La Misa, ocurre al dia siguiente en la mañana, donde bailan al compás de la bandita guaicurú, liderados por el cacique que ejecuta la armónica.