La primera carpintería, el primer autobús, el primer auto y la primera fábrica de hielo pertenecieron a la familia Büttner. También fueron los encargados del servicio de energía eléctrica desde 1922 y en 1930 su casa fue la central telefónica del pueblo.
En su carpintería se realizaban verdaderas obras de artes inmobiliarias e instrumentales que incluso eran exportadas al extranjero.
La Casa Büttner era una de las preferidas de los colonos para reunirse y pasar el rato. Hoy día dicho inmueble todavía pertenece a la familia alemana y parte de la construcción es utilizada por la Municipalidad de San Bernardino como biblioteca y para la venta de artículos artesanales.